martes, 12 de mayo de 2015

Reflexión final

REFLEXIÓN FINAL.




Todos los cursos a los que me inscribo representan un reto para mí, siempre los hago pensando en qué más puedo ofrecerles y ayudarles a mis alumnos en su aprendizaje, que herramientas diversas puedo aplicar con ellos, todo con la finalidad de que se motiven a querer aprender, a querer descubrir, a querer arriesgarse. Desde mi punto de vista, considero que esta es una de las partes más difíciles para el docente ¿Cómo hacer que el alumno se involucre y se interese por el aprendizaje? Transmitir los contenidos que se encuentran en una biografía, no es tarea difícil, el reto está en la forma en el que el docente debe transmitir esos contenidos, sensibilizarnos que además tenemos diferentes factores que pueden entorpecer el proceso, por ejemplo: estilos diferentes de aprender, factores emocionales y físicos, características de los grupos, entre otros.
Me quedo con una agradable experiencia al haber implementado en mis grupos esta forma de aprendizaje, por algún momento pensé que sería rechazado por los alumnos, pero fue todo lo contrario, para ellos fue muy enriquecedor, porque la información lo revisaban tantas veces fuera necesario para que comprendieran los conceptos. Considero que la clave está en la forma en que les vendes la idea, cuando les explicas a los alumnos el objetivo que pretendes con las actividades, ellos cooperan de una manera sorprendente.

Planeación del aula invertida

PLANEACIÓN CON EL AULA INVERTIDA

Durante este semestre tuve la oportunidad de trabajar con mis grupos de física esta estrategia de aprendizaje, el aula invertida. Realmente fue una grata experiencia, en la que confieso tenía un poco de temor a la respuesta de los alumnos, pero finalmente los resultados fueron muy favorables.
Esto lo trabaje en todas las clases después del segundo parcial (8 clases), ya que en los temas de óptica, al principio hay suficiente información teórica que los alumnos deben de comprender, antes de llevar acabo la aplicación de problemas.
La secuencia de trabajo fue la siguiente:
1     1)  En blackboard, les ponía a los alumnos las instrucciones a seguir, en donde básicamente le pedía, que vieran fuera de la clase los vídeos mencionados. Todos los vídeos los tome de un  canal de You Tube.
       2Las instrucciones mencionaban claramente que tenían que ir haciendo anotaciones en su libreta de los conceptos involucrados en los vídeos.
3      3Al siguiente día, hacia un comentario general del tema y preguntaba si habían dudas.

4    4) Posteriormente, aplicaba una evaluación en blackboard, en socrative o tenían que hacer un mapa conceptual con alguna aplicación digital (mindomo, mind meister, ect.).



1    4) Estas actividades fueron individuales; en el caso de las evaluaciones, les permitía, que en el momento en que estuvieran contestándole, tuvieran la libreta abierta con los apuntes que ellos mismos habían realizado de los vídeos vistos. Mi objetivo con esto, no era que en esos momentos memorizaran los conceptos, si no únicamente que los entendieran y los supieran aplicar a situaciones cotidianas.
2   5)  Lo sorprendente de esto para mí, fue que a pesar de que la evaluación era a “libreta abierta”, varios de los alumnos no lograron sacar 100, esto se debe a varios factores:
a)    Algunos alumnos, a pesar de las instrucciones claras, no tomaban apuntes.
b)    Otros, tomaban apuntes sin darle importancia.
c)    Otros más, definitivamente no veían los videos.
d)    Y algunos otros, no saben identificar información importante y relevante en un tema, por lo que no hacían las anotaciones adecuadas.
Finalmente, experimente una forma de enseñanza diferente, las cual seguiré aplicando en mis futuras clases, ya que se puede potenciar el aprendizaje en el alumno y además están más atentos a las actividades, porque ellos “hacen” y el docente solo “guía, orienta y re direcciona”.

El profesor como guía

EL PROFESOR COMO GUÍA.



Con los jóvenes actuales, el proceso educativo exige darle un enfoque diferente al rol que el docente asume en la educación. Definitivamente se tiene que hacer un cambio en el uso de las metodologías educativas “Los modelos educativos presenciales tradicionales se caracterizan por centrar el desarrollo del proceso en el docente, relegando al estudiante a ser un mero observador y oyente en la mayoría de casos. Este tipo de modelos ponderan mucho más la enseñanza que el aprendizaje” (Duart, Sangrá, 2000).
Con este enfoque diferente no tan solo se debe cambiar la manera de enseñar, sino también la forma de evaluar, adaptarse a diferentes técnicas, herramientas y recursos tecnológicos que proporcionan las TIC.
Considero que este pilar es muy importante, ya que la empatía entre el alumno y profesor, es algo vital, para que un alumno decida seguirte debes convencerlo, enamorarlo y comprometerlo. Estos pasos deben de desmenuzarse minuciosamente, de tal manera, que poco a poco el alumno se involucre en el aprendizaje y conocimiento, casi sin darse cuenta.
El profesor debe ser el promotor de este aprendizaje, y esta promoción no se hace necesariamente con palabras, sino con actitudes y comportamientos, primero debe haber una coherencia entre lo que profesor dice y lo que hace; segundo debe ser muy receptivo a todos los estímulos y factores que suceden dentro y fuera del aula, identificar situaciones académicas y personales que suceden en los alumnos, involucrarse en estas situaciones de una manera respetuosa, pero también responsable, discernir cuando podemos brindar apoyo y cuando canalizamos la situación a personas o departamentos expertos. Tercero, ser exigente y firme en las reglas académicas, pero a la vez identificar cuando se debe ser flexible en situaciones extremas. Y por último, preparar adecuadamente la secuencia y el desarrollo de las clases, así como las actividades y contenidos involucrados.
Mi punto de vista de acuerdo a la experiencia que tengo, en el momento en que un profesor logra hacer por lo menos estos pasos, es cuando se logra esta afinidad entre el profesor-alumno, es decir, se engancha en su clase y es más fácil que “quiera aprender”.
De esta manera, el profesor logrará que los alumnos le tengan respeto, que es muy diferente al miedo, pero al mismo tiempo confianza, para que ellos puedan manifestar sus inquietudes, y no tan solas las académicas, sino también a veces como docentes se involucran en situaciones personales.
Por último, estoy convencida que a los alumnos les gusta que les exijan, en el buen sentido de la palabra “que los explotemos”, que lo llevemos a dar siempre lo mejor de ellos, pero esto, siempre debe ser argumentado y sustentado, no podemos dar un no rotundo, sin explicar el porqué de la situación. Estas actitudes del profesor, hacen que el alumno no quiera “subirse contigo al barco”.